Llénese de vida, con o sin cáncer
«Tiene cáncer” le dice su médico. Una de las noticias más horribles que puede escuchar cualquier ser humano, sin importar el género, el nivel socio-económico, la raza y otros; dicha noticia suele ser la peor recibida en un alto porcentaje de la gente.
Una de las preguntas más frecuentes es: ¿Doctor, tengo cura? En realidad el temor no es tanto a la enfermedad sino a la muerte. Cualquier cosa que pone en riesgo la vida de un ser humano es capaz de producir cambios radicales en su estado emocional.
El cáncer es una enfermedad como cualquier otra, capaz de comprometer la vida de un ser humano, sin embargo no se ve igual como: Diabetes Mellitus, Hipertensión Arterial, Insuficiencia Renal aguda o crónica entre otras, que son enfermedades potencialmente mortales que pueden estar en una etapa dónde el médico tratante puede ofrecerle un tratamiento curativo, de mantenimiento o simplemente paliativo. En cambio, el cáncer inicialmente ha tomado un sinónimo ante la sociedad que, a pesar de nuevas investigaciones y tecnologías que le han dado otra cara, todavía la mayoría de la población sigue creyendo que es igual a muerte (Cáncer = Muerte).
Con los nuevos avances en el diagnóstico histopatológico, los estudios moleculares y genéticos, las nuevas técnicas quirúrgicas, los diferentes tipos de quimioterapia, las múltiples técnicas de radioterapia, la hormonoterapia, la inmunoterapia entre otras, han borrado este sinónimo que adquirió el cáncer hace décadas. Ahora tener cáncer es tener una enfermedad que, según el estadio, puede recibir un tratamiento curativo, de mantenimiento o paliativo igual como las otras antes mencionadas.
Si su médico le dice: “Tiene cáncer”, no hay por qué cambiar su estado de ánimo; lo que sí necesita es seguir todas las recomendaciones dadas por los especialistas con mucha fe y buen ánimo.
Gabriel García Márquez dice: “Es mejor el viaje que la llegada”; la vida es un viaje y la llegada es el último segundo de nuestro respirar. Así que, disfrútela con o sin cáncer porque al final nadie sabe cuál será la causante de su muerte mañana. Viva hoy, disfrute de su familia, sus amigos y siempre tener a Dios como epicentro de todo.
Dr. Oriol Baptiste, radio-oncólogo
Centro de Cáncer
