La mujer y el alcohol
Antes de hacer algunos señalamientos respecto a la ingesta de alcohol, es importante determinar los parámetros para considerar que tanto toma una persona. Esto debido a que el concepto “yo no tomo demasiado” toma un significado distinto dependiendo de quién lo dice.
Se considera “una bebida” aquella que contiene 12 gramos de alcohol. A manera de idea, esta es la cantidad de alcohol que contiene una botella pequeña de cerveza (12 onzas), una copa de vino de 5 onzas o 1.5 onzas de licor. Usted puede ser una bebedora leve si ingiere (en promedio) menos de 1 bebida al día; moderada si toma 1 o 2 bebidas al día y es una bebedora severa si toma más de 2 bebidas al día.
Debe tener en pendiente que la frecuencia con la que ingiere bebidas alcohólicas es tan importante como la cantidad que se toma. Usted puede que no tome frecuentemente, pero si cuando lo hace es en abundancia; no deja esto de ser un problema.
Las tomadoras de alcohol, leves a moderadas, rara vez causan problemas de salud de importancia; pero las consideradas como severas pueden producir daño importante al hígado (cirrosis). Esto puede llevar a una falla del funcionamiento del hígado y a la muerte. El alcohol se asocia a: 50% de los accidentes automovilísticos fatales, 33% de los ahogamientos, 50% de los incendios, 50% de las caídas severas, violencia (incluida la violencia doméstica), y daño al feto y recién nacido que perdurarán por el resto de su vida.
Es importante que la mujer conozca que el alcohol puede tener consecuencias directas en algunas circunstancias muy exclusivas del sexo femenino: Se encuentra aumentado el riesgo para ciertos tipos de cáncer (mama), osteoporosis, menopausia temprana, períodos menstruales irregulares, infertilidad, abortos y tener un bebé con el “síndrome del feto alcohólico”.
Hay que recordar que la cantidad de alcohol capaz de producir un problema de alcoholismo varía de una persona a otra. Va a depender del peso corporal, la edad, su estado de salud, y los antecedentes familiares, médicos y emocionales.
A continuación hacemos mención de algunos signos o datos de alarma indicadores de que ya existe algún tipo de problema con el alcohol: Ingerir alcohol estando sola cuando se siente enojada o triste, tener un patrón para ingerir alcohol (diario al final del día o cada semana en el mismo día u hora), planificar actividades (excusas) en las que de una forma u otra las bebidas alcohólicas van a estar presentes, tomar para mejorar un dolor o disminuir el estrés, tomar más (o después) de lo que usted se dijo a su misma que ya no podía seguir tomando, tomar hasta embriagarse, pensar siempre sobre el alcohol; y por último, si usted es de las personas que cambian de personalidad cuando toman.
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