10 mitos sobre las vacunas

Muchas son las controversias que giran en torno al tema de la vacunación. Estas suelen ser del tipo ético y moral, pero las vacunas son una evidencia médica irrefutable en muchísimos casos. Aunque su efectividad no puede ser igualitaria en todos los sujetos, lo que sí está demostrado es que muchas personas han salvado sus vidas gracias a ellas. Según fuentes sanitarias, la vacunación salva 3 millones de vidas cada año. 

Mito 1. Las vacunas causan autismo 
En 1998, en la revista científica The Lancet se publicó un estudio que asociaba la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) con el autismo. Prendió la mecha de la polémica y muchos padres decidieron no vacunar a sus hijos. Posteriormente, la propia The Lancet decidió retirar el artículo tras comprobar que se trataba de un fraude científico construido con datos erróneos. Actualmente no existe ninguna evidencia que relacione la triple vírica con el autismo. 

Mito 2. Las vacunas no son necesarias, ya que con una buena higiene y con unos buenos servicios sanitarios, las enfermedades pueden evitarse 
Si se detuviesen los programas actuales de vacunación, muchas de las enfermedades contra las que se nos vacuna, volverían. Muchas infecciones pueden evitarse por una buena higiene pero otras no tienen absolutamente nada que ver, por lo que no habría manera de protegerse de ella. 

Mito 3. Es mejor desarrollar inmunidad contra las infecciones enfermando, que a través de las vacunas. 
Las vacunas ayudan al sistema inmunológico a generar una respuesta inmune, muy similar a la que produce una infección natural, con la diferencia de que no causan la enfermedad ni ponen a la persona en riesgo de desarrollar sus potenciales complicaciones. El deseo de ser inmunizado contrayendo la infección de forma natural, puede traer consecuencias fatales como defectos congénitos, cáncer hepático o la muerte. 

Mito 4. Las vacunas que contienen mercurio son peligrosas para la salud 
Es verdad que algunas vacunas contienen timerosal, un compuesto orgánico que contiene mercurio, y que se utiliza como conservador. Existe un profundo debate en cuanto a este tema, sin embargo, no existe ninguna evidencia que sugiera que la cantidad en las vacunas de este conservante sea nocivo para la salud. 

Mito 5. La combinación de vacunas para difteria, tétanos y tosferina pueden causar el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante 
Otro de los viejos y más persistentes mitos es que la vacuna contra la difteria, la tos ferina y el tétanos (DPT) eleva el riesgo del Síndrome de Muerte Infantil Súbita, explican los CDC. No obstante, estudios realizados por el Instituto de Medicina de las Academias Nacionales no hallaron ningún vínculo e incluso observaron que la vacuna hasta reduciría el riesgo de ese mal. 

Mito 6. La mayoría de las personas que enferman han sido vacunadas 
Ninguna vacuna es efectiva al 100%, ya que siempre hay un pequeño número de personas, que por la razón que sea, no desarrollan la inmunidad a pesar de haber sido vacunados. Este porcentaje suele estar entre un 5% y un 15%. 

Mito 7. Las enfermedades como la varicela, el sarampión o las paperas son parte del crecimiento 
En estos casos, se trata de enfermedades que podrían evolucionar a casos muy desfavorables para el paciente, tanto que incluso podrían poner en peligro su vida. 

Mito 8.  Las vacunas no resultan útiles en las personas adultas 
Esto tampoco es cierto ya que no hay una edad concreta para ser vacunados. Muchos piensan que si se nos ha vacunado de algo cuando éramos niños, los efectos inmunes nos protegerán de por vida. Esto tampoco es cierto, ya que esta inmunidad se acaba desvaneciendo con el tiempo. Además, ahora hay muchas más vacunas que cuando los adultos de hoy eran niños. Por ello mucho adultos se vacunan contra la rubeola, el sarampión, la hepatitis B, el herpes zóster o el virus de papiloma humano. 

Mito 9. El suministro a los niños de varias vacunas a la vez, puede provocarles efectos secundarios, como resultado de una sobrecarga del sistema inmunológico 
Las evidencias científicas demuestran que el suministro de varias vacunas a la vez, no tiene ningún efecto adverso en el sistema inmunológico de los niños. De hecho, diariamente están expuestos a cientos de sustancias que generan alguna respuesta del sistema inmunológico. 

Mito 10. No es necesario vacunarse porque muchas de estas enfermedades contra las que se nos vacuna han sido prácticamente erradicadas 
Es verdad que muchas de estas enfermedades prevenibles se han vuelto infrecuentes en muchos países, pero muchos de estos agentes infecciosos siguen circulando por el planeta. Estos agentes pueden cruzar fronteras e infectar a personas que no hayan sido vacunadas. Hay dos razones principales que apoyan la vacunación: protegerse a uno mismo y proteger a los que nos rodean.

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