Inducción de la ovulación
By Hospital Metropolitano de Santiago
on Wed Feb 15 2017
Una de las primeras opciones para el tratamiento especializado de la esterilidad es la inducción de la ovulación: un procedimiento que consiste en administrar medicamentos para la fertilidad con la finalidad de estimular la actividad de los ovarios en las mujeres que no están ovulando normalmente. Trataremos de orientar a las pacientes que se someten a un tratamiento para inducir la ovulación; en el que se explica la forma en que se administran los medicamentos y cómo se monitorea el tratamiento.
Las hormonas de la reproducción:
El ciclo reproductor femenino normal es controlado principalmente por hormonas que liberan varios órganos del cuerpo. En la base del cerebro, en el hipotálamo, se produce una hormona llamada hormona liberadora de gonadotropinas (GnRH). Dicha hormona estimula otra glándula conocida como Pituitaria, que se encuentra justo por debajo del hipotálamo. La pituitaria libera dos hormonas impotantes que influyen en la reproducción: la hormona foliculo estimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH). Estas dos hormonas ejercen un efecto directo sobre los ovarios durante el ciclo menstrual. La FSH estimula el crecimiento de pequeños sacos en los ovarios, conocidos como folículos. Cada folículo contiene un óvulo y produce una cantidad adicional de hormonas. La LH ayuda a la FSH a estimular la producción de esas hormonas antes y después de la ovulación. Hacia la mitad del ciclo menstrual, una elevación repentina de la LH y la FSH ocaciona la ruptura del folículo dominante y la liberación del óvulo que se encuentra en su interior.
Los ovarios:
Las mujeres tiene dos ovarios. Estos se encuentran en la pelvis, a ambos lados del útero. Sus funciones principales son la liberación de óvulos y la producción de hormonas. Desde que la mujer nace, sus ovarios contienen miles de óvulos, cada uno rodeado de células que se desarrollan formando una pequeña vesícula o saco lleno de líquido (folículo), el cual no deja de ser un quiste. En las mujeres con periodos menstruales regulares y que están ovulando normalmente, uno de estos folículos crecerá cada mes hasta alcanzar un diámetro de aproximadamente 20 milímetros, después de lo cual liberará un óvulo (ovulación) que pasa a las trompas de Falopio. Esto es importante, debido a que muchas mujeres son sometidas a intervenciones quirúrgicas por un supuesto quiste de ovario, que en realidad es un cambio funcional del ovario: forma el folículo (quiste) debido a que es un cambio normal del ciclo ovárico. La fertilización se lleva a cabo en las trompas de Falopio. Después de la fertilización, el óvulo fecundado (huevo) baja al útero para implantarse en su revestimiento (edometrio) y desarrollarse un embarazo. Cuando no hay fecundación, el endometrio se desprende durante el periodo menstrual que tiene lugar aproximadamente 14 días después de la ovulación.
Los ovarios también producen muchas hormonas; las más importantes son el estrógeno y la progesterona. El estrógeno estimula el crecimiento de los folículos y el desarrtollo del endometrio, mientras que la progesterona, que es liberada después de la ovulación, desempeña una función importante en la preparación del endometrio para el embarazo.
Ginecología